celulares mi gente grande

¡Qué muchas quejas provoca ver a los jóvenes  “pegados” al celular!

Sin embargo, cada vez es más frecuente que los adultos mayores se mantengan horas conectados a la pantalla de su teléfono. Un comportamiento que la pandemia aceleró y que los familiares cuidadores pueden utilizar para mantener el contacto con sus familiares .

TecnoAbuelos

Esta semana, participamos del serie de talleres “Sácale el jugo a tu teléfono inteligente” de Tecnoabuelos.  Ellos se dedican a educar a los adultos mayores en la tecnología. La profesora fue Marnie Ferrer, experta en publicidad con una habilidad increíble para demostrar el uso de los teléfonos Android e Iphone ¡al mismo tiempo! Como parte de su misión, Tecnoabuelos visita grupos de personas mayores de 50 años en organizaciones sin fines de lucro y también ofrecen talleres en vivo en su plataforma de Facebook. Este martes un grupo de familiares cuidadores de Mi Gente Grande tomamos la primera parte del curso.

Tempranito con móvil y tableta en mano

Debidamente matriculados, vacunados y con mascarillas llegaron al Colegio de Ingenieros en Hato Rey treinta personas mayores de 50 años listos para aprender. Los participantes demostraron diferentes niveles de conocimiento en el uso de los teléfonos inteligentes y no dudaron en apoyarse unos a otros. La mayoría de los participantes compartió como sus hijos y nietos los mantienen al día obsequiándoles teléfonos inteligentes. Más que un equipo, es un lazo de amor y comunicación que las personas mayores están ávidas de explorar.

Antes del mono de Santurce

Recuerdo perfectamente el primer texto con emoji o dibujo que recibí de mi madre. Ella llevaba más de cinco años usando su teléfono móvil para hacer llamadas, tomar fotos,  videos. Los textos los recibía a la perfección y rápidamente aprendió a contestarlos. Pero fue una noche, en abril de 2019,  que nos sorprendió con un texto más complicado.  Nos escribió para confirmarnos que el medicamento de mi padre encamado había llegado por correo. El corrector automático de los textos le cambió el nombre de “olanzapide” a “olan” “piña”. Cuando se dio cuenta nos corrigió con otro texto acompañado del emoji de un mono tapando sus ojos. Yo pensaba que mi hermano estaba con ella y mi hermano pensaba que era yo la que le estaba enseñando a usar los símbolos.  Ella nos aclaró rápido “Voy aprendiendo solita, nadie me quiere enseñar, ok”.  Desde ese día le tenemos una admiración aún más grande por nuestra madre y su generación. Con más de 80 años siempre han sido una fuerza importantísima en nuestra sociedad. Ahora nos envían mensajes de texto para que no lo olvidemos.

 

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